Ayer tuvimos la tercera reunión de vecinos de nuestra joven comunidad, se desarrolló como las otras y eso hizo que acabara por perder la paciencia. Siempre discurren igual, comenzamos con ganas, con el administrador hablando para todos los vecinos que le rodeamos haciendo un círculo más o menos regular.
Según discurren los minutos el círculo se ensancha para ir apoyándonos en las paredes, aún sin poner la suela en la pared porque padecemos del síndrome de la casa nueva. Ya con todos apoyados en las paredes, alguno se rinde y se sienta en la escalera, el ritmo declina, los temas interesantes escasean,....
Y a los 40 minutos ya, aprovechando un momento de confusión en el que algo de lo dicho genera charla con el vecino de al lado, alguien se acerca al administrador y hablan de su caso particular, otro se acerca, dispersión, varios corrillos, cada uno con su tema. Duro momento, decidirse por uno de los corrillos. Y no, lo suyo es uno hablando y los otros escuchando, digo, cada cual lanzando su pregunta o su propuesta desde su posición en la pared y todos escuchando, no ese movimiento de expansión-contracción (del círculo).
Curioso fenómeno el de los corrillos, sobre todo cuando no se trata de corrillos naturales, de ajuntarse con quien tienes más trato sino por cercanía física en el momento en que se forman. Poco productivos los corrillos, salvo el de Doña Maria Teresa (Campos), se pierde información, se establecen alianzas con el de al lado sólo porque está al lado. Aborrezco los corrillos.
Así que, en ese momento, a riesgo de quedar como el vecino rancio del 7ºB, llamé al ascensor y me subí a casa. Los del 6ºB ni bajaron, estarían follando. E hicieron bien.
PD: ¿que por qué esa foto?, es la primera que aparece en Google Imágenes cuando buscas fotos de "corrillo". Si el destino lo ha querido así, así tendrá que ser. Y aluego que el culo que gasta no es pa desmerecer, jarrrr.