sábado, 14 de noviembre de 2009

Oda a El Hormiguero


Mira que he sido, y soy, admirador de la verborrea de Wyoming (el Gran), pero ante la elección de canal a las 21:30, me decanto por Cuatro. Al principio, obligado, ahora voluntariamente.


Es un tramo horario, el de la cena o post-cena, que hasta la aparición de El Hormiguero, no se cuidaba especialmente y que ahora las cadenas parecen potenciar. A esas horas apetece desconexión, pasar un ratito agradable y reír.


Y a mí me lo da El Hormiguero, no seré tan ingenuo para pensar que en ese programa todo es buen-rollismo y diversión, pero son suficientemente buenos como para hacer creer al espectador que se lo pasan de puta madre haciendo el programa. La selección de invitados también es especialmente atractiva, con gran presencia de gente maja entre ellos.


Invitados que también parecen divertirse durante el programa, al margen del peaje de promocionar su película, disco, etc. Y a destacar especialmente, en mi opinión, las guerras de sexos entre Motos y Raquel, y la sección de comentarios sobre revistas frikis.


Pues eso, que esa mezcla de humor y ternura del programa me llega y me apetecía decirlo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

WYOMING FOREVER!!!

Api dijo...

pues es que no lo he visto nunca. asi que no puedo opinar. bueno, un día zapeé y estaban entrevistando a un actor extranjero, ni me acuerdo quién era, pero no entendía bien la retranca de las preguntas y era un sopor.
no lo he vuelto a ver.

LaNegra dijo...

Pues fíjate que yo creo que el éxito del programa se basa precisamente en la rutina. Porque yo lo vi cuando empezó y no me enganchó.
Lo volví a intentar otra vez y me pareció que Pablo Motos estaba muy subido y lo volví a dejar.
Pero a la vuelta al pueblillo, ejerciendo de tía enrollada me tocó tragármelo una semana entera porque una de mis sobrinas es adicta a Marron, y mira... que desde ese día de cuando en cuando lo veo y hasta lo disfruto (obviamente no desde hace una semana para acá...).
Así que, Don Federiko, si se da la casualidad de que usted también empezó a verlo obligado, a lo mejor es que esa es la clave...

Anónimo dijo...

Yo veo tambíen. Cuando estoy en la peninsula. Siempre me han gustado los telediarios a las 21:00, pero ya me dan vergúenza y me crispan (y yo me sientan bien). Ai que me paso al hormiguero.

Desde nada nada lejos (tres o 4 semanas al mes en Pamplona. Pero esta, la 48, será la última)