martes, 10 de febrero de 2009

Peluca modelo "gato caído de azotea sobre cabeza"


Hoy he visto un ejemplar de acomplejado muy pero que muy cutre. Tanto que dudo si lo que he visto realmente era una peluca tan mal puesta o un pelo muy mal cortado, pero apostaría un brazo a que se trataba de lo primero.


Hay calvos tan bellos y/o interesantes, me parece realmente lamentable calzarse una peluca, quizás haya casos especiales de pérdida de pelo desordenada y poco estética, por enfermedades en mujeres, etc., pero siempre supondrá mejor solución, considero, cortar con gusto el poco pelo que te quede hasta alcanzar una digna y sexy calvicie, que la opción de mostrar la evidencia de que te estás quedando sin pelo y además estás acomplejado por ello.


El sujeto en cuestión iba trajeado, no tendría más alla de 40 años, y aparentaba trabajar en labores comerciales o similar. Por tanto, supongo que pensará que aquello que vende se vende mejor con una mejor apariencia, un aspecto más juvenil, o lo que sea. Creo que su postura es absolutamente errónea y que lo que transmite realmente es inseguridad y complejo de inferioridad, valores que yo no estimaría precisamente en un comercial.


Es fácil hablar de problemas ajenos, de momento ajenos, aunque hay cabrones que apuntan a mi nido o lehendakaritza (dícese de la coronilla, ejemplarmente llevada por nuestro señor lehendakari a quien dios y los electores guarden muchos años, al menos 4 más), ciertamente llamativo en algunas fotos traicioneras que he tenido ocasión de ver, pero estable con los años. Pero, en todo caso, creo que esa es una característica más o menos estable de cada persona, la aceptación del paso del tiempo, la estimación justa del aspecto físico propio o ajeno,..., y que no caeré nunca en esa cutrez. Pero no conviene tampoco decir "de este agua no beberé", "nunca me pondré peluca" o "liposucción?, yo nunca".


Se habla mucho del momento traumático de quitarte la peluca y mostrar tu alopecia galopante o ya instaurada del todo, como hizo Jose María Iñigo, pero yo creo que tiene que ser mucho más traumático ponértela. El momento en que el vecino que ayer se veía reflejado en tu coronilla vea hoy una negra mata de pelo sobre tu cabeza, o que quien bromeaba contigo se dé cuenta de que ha estado tocando un tema sensible durante mucho tiempo hasta tal punto que el calvorota ha optado por esa "solución".


Pobre hombre, un tipo que no conozco de nada, que sólo he visto durante 5 segundos desde mi coche parado en el semáforo, mientras pasaba rápidamente por la acera y aquí está, protagonizando mi post, sin comerlo ni beberlo. Protagonista de mi blog y él sin saberlo.

3 comentarios:

LaNegra dijo...

Per, con peluca o sin ella, gracias a ti tuvo sus 5 minutos de gloria...

Api dijo...

que tal el cumplea;os? lo celebraremos el fin de semana que viene?

Api dijo...

podias actualizar un poco m'as a menudo, para hacerme mas amenas las esperas en estos aeropuertos de dios, a intempestivas horas como esta.
el viernes ir'e para alla.