martes, 24 de junio de 2008

Back to roots


Parece que este año estoy completando un ciclo nostálgico, disfrutando de conciertos de grupos que marcaron de algún modo mi infancia/adolescencia. Comencé en Agosto, viendo el conciertazo de Barricada, en plena forma después de 25 años en los escenarios, un lujazo de concierto. Sólo se hacen acompañar de una joven incorporación, pero sigue el núcleo duro formado por el Drogas, Boni y el batería.


Como ya publiqué en este mi blog, mi trayectoria nostálgica continuó en Febrero con Baron Rojo, en plena forma musical también, aunque a mi parecer un tanto cascados ya físicamente, con unos movimientos espasmódicos y pretendidamente rítmicos en el escenario que, a veces, provocaban cierta sonrisa. En este caso, los jóvenes ya eran la mitad del grupo, aunque sobrevivían los hermanos De Castro.


Y este fin de semana he cerrado el ciclo. Fue el primer fin de semana con posibilidades reales playeras y allí que me fuí, planificándolo de modo que a la vuelta de la playa pasé por Eibar, donde se anunciaba el flamante concierto, gratuito, de LOS SUAVES. Otro de los monstruos del rock patrio ("rock estatala"), que ya lleva más de 25 años metiendo ruido. En este caso, la mayoría del grupo eran ya nuevas incorporaciones que seguramente habían crecido, como yo, escuchando cintas del grupo.


En lo sentimental, el concierto fue glorioso, disfruté como un enano rememorando aquellas grandes canciones, canciones trufadas de historias tristes, mujeres perras y con "la noche" siempre presente como leit motiv.


En lo musical, dejó mucho que desear, no diré que el cantante, el gran Yosi, estaba totalmente ebrio, por si las querellas, que no se sabe quién va a caer en el blog, pero si no lo estaba lo parecía. La voz cascada característica de Yosi era excesivamente cazallosa y las oportunidades al público para cantar demasiadas, en algún caso, probablemente, porque se olvidaba de la letra o se le iba la voz.


La leyenda dice que el cantante fue policía nacional, y que fue expulsado del cuerpo, he intentado confirmarlo en la red, como sabemos, el lugar donde reside la Verdad. Y sólo he encontrado foros de gente que lo afirma rotundamente y gente que lo niega igual de rotundamente. Cuesta creerlo viéndole actualmente, pero no tanto si pensamos en el aspecto que tenían los maderos de los años 80 o, sin ir más lejos, viendo a los maderos de "Los hombres de Paco" (exceptuando al guaperas). En todo caso, es una de esas leyendas, que por buenas, no cuesta nada creerse. En el primer concierto de Los Suaves al que acudí, hace unos 15 años, recuerdo a un borracho que, entre canción y canción, gritaba cual poseso: "Canta algo, maderooooooooo".


Pues algo sí que cantó en este concierto de Eibar, del finde pasado, entre gallos y olvidos. No defraudó cantando las clásicas, sí defraudó al público, quieto, cuando se empeñaron en tocar las actuales. Yo creo que este tipo de grupos saca discos como excusa para seguir en la brecha y poder dar conciertos donde dar rienda suelta a sus clásicos.


El apoteósico final, exactamente igual a todos los apoteósicos finales en cualquier otro pueblo pero cambiando la bandera, consistió en un hermanamiento, en el pie de micro, de la bandera gallega y la del Eibar F.C., ante el griterío alborozado de la plaza, acompañado de un espectáculo pirotécnico a pie de escenario. Que ahí pensé yo que qué ridículo se ven estas cosas cuando no es tu ciudad, quiero decir que aún más que cuando lo ves en tu ciudad.


Y ya en los bises, como va siendo costumbre, sonó el "Jarrea, Jarrea", descargando una gran tormenta que dispersó al personal.


Esta ha sido mi crónica de la tercera pata de mi personal ciclo nostálgico-musical. Para la cuarta pata ya no hay oportunidad. Dudo mucho que Hertzainak se arrejunten para dar un concierto o que los de Cicatriz resuciten para un bolo. Hay cosas que ya no volverán a suceder nunca.

1 comentario:

LaNegra dijo...

Querido Federiko, no des nada por perdido...
Yo, por ejemplo, tengo ya apalabrado y marcadito en rojo en mi calendario particular el 26 de septiembre de 2008: BARRICADA + ROSENDO en Madrid.

Yo a Barricada llegué tarde, pero llegué, pero el incomparable Rosendo Mercado - ese poeta urbano - es mi ídolo indiscutible desde que oía "Maneras de Vivir" en el caseto de mi hermano el mayor...

Qué grandes!!