miércoles, 16 de julio de 2008

Susedido 1


Sucedió el sábado, de madrugada no muy avanzada. Caminaba por una calle, afortunadamente algo concurrida, hacia el coche, para retirarme a casa. Un sujeto que venía de frente me paró y me pidió que le escuchara, su aspecto no era muy tranquilizador, así que le dije que tenía prisa, insistió y me paré a escucharle, buscando a la vez testigos con la mirada por si se diera el caso.


Entonces, me lanzó la pregunta, agarrándome la mano. "¿Te gusta chupar?". Le dije que no, porque yo creo que era la típica pregunta-trampa (como las de la consulta de Ibarretxe). Me siguió un rato, hasta que me metí en el coche y se fue frustrado el hombre.


Es la segunda vez que me pasa algo parecido, por lo que han surgido en mi mente dos teorías posibles como explicación de este fenómeno. 1) Que tengo cara de vicio y, por tanto, se me acercan los viciosos. En cambio, qué pocos viciosas. 2) Un pequeño tic y mi mirada fija en la gente que me cruzo por la calle pueden provocar confusiones al personal.


Tengo la costumbre de mirar a la cara a la gente que me cruzo por la calle, eso lleva a que, a veces, la gente me salude creyendo que le miro así por conocerle. Eso se une a que tengo una manía o tic, creo que en parte superado, consistente en sacar la lengua o pasármela por los labios. Cuando confluyen estos 3 factores: mirada fija + lengüita por mis labios + vicioso enfrente, se pueden producir equívocos.


La primera vez que me pasó estoy seguro de que fue eso, me crucé en un parque con un hombre en bicicleta que, al rebasarme de frente, dio la vuelta y me siguió hasta casa con claro animus fornicandi. En esa ocasión, me di cuenta al instante de que quizás había malinterpretado mi gesto. Pero esta segunda vez reciente, no estoy seguro de ello.


El primer sujeto era de raza europea occidental.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se te pasa por alto que estás buenísimo. Y que por preguntar no se pierde nada. Ese es el imán.

Muy lejana

(Si yo fuera tía, y me pasara esto, me comparía una pistola ó no saldría nuinca más de casa. Que miedo, no? )

LaNegra dijo...

jajaja
joder Federiko, un poquito de miedito sí que da...
A mi me viene un tío en medio de la calle y me pregunta si me gusta chupar y, además de cagarme de miedo, echo a correr que el aficionado a la succión no me vería ni el pelo...

Api dijo...

a ver, lo de pasarse la lengüita y mirar a los ojos... quizir... si te lo hiciera a ti algún turgente ejemplar?